martes, 19 de mayo de 2015

Hoy es siempre todavía.


¡¡Vaya días los de Mayo!! Y es que las emociones emanan de cada rincón del hospital. A los resis mayores que se van, por mucho que dijeran que no iban a emocionarse, se les han saltado las lagrimillas con cada abrazo, beso o palabra de despedida. Y los que nos quedamos, lo hacemos con un pedacito menos de corazón... ¡Ay, canallas, que nos los habéis robado!

Y así, embriagados por la emoción (o sólo embriagados, después de tanta cena), han puesto de moda, a lo hashtag de twitter, una frase que estos días no deja de repetirse: "mi ultimo..."algo": mi ultima "guardia", mi ultima "sesión", mi ultimo "café en la máquina"...
disfruta cada momento

Después de oírla varias veces, esa frase a mí me ha dado que pensar...

Cuando el terminar una etapa de nuestra vida es un hecho inminente, a toda costa intentamos memorizar esos últimos momentos, que días atrás fueron habituales y que ahora cargamos de un enorme valor sentimental al saber que, probablemente, será la última vez que sucedan.

Sin embargo, no ocurre lo mismo cuando se empieza una etapa nueva. Quizás sean los nervios, quizás las inseguridades... pero pasamos a ritmo vertiginoso por un montón de primeros momentos, olvidándonos de guardarlos cuidadosamente en nuestras memorias, sin saber el enorme significado que un día tendrán para nosotros.

Por eso, ahora que es tiempo de cambio, que los nuevos residentes se van a incorporar y los antiguos pasan a adjuntos, me gustaría que no se olvidaran de parar, de rato en rato, a saborear todos y cada uno de los momentos que van a comenzar a experimentar... los malos y los buenos, pues de todo se aprende y todo nos moldea; lo que un día parece que uno odia, por experiencia diré que al cabo del tiempo lo acaba añorando, lamentándose probablemente de no haberlo disfrutado.

Como dijo A. Machado, Hoy es siempre todavía.


¡Disfrutémoslo!


domingo, 3 de mayo de 2015

MALDITO PSA

El señor F. tiene 50 años y acude a su médico de Familia para una revisión. "Ya se sabe que cuando se pasan los 50 si no te duele nada es porque estás muerto", le comenta a su médico en tono distendido. Él se siente bien. Lleva una vida activa, está felizmente casado y tiene tres hijos, dos de los cuales ya van a la universidad. Sin embargo, sus vecinos le han hablado de la próstata y ahora cree que él también necesita una revisión. 

Tres camisas que representan a tres hombresSu médico con un tacto rectal comprueba que la próstata es normal. Aún así, él insiste en un análisis para ver el PSA.
En una semana acude a por el resultado. Ha tenido suerte, es normal.

El señor G. tiene 60 años y acude, con su mujer de 40 años (se acaban de casar, están muy enamorados) a revisión con el urólogo. Le trataron con radioterapia y ahora está curado de un cáncer bastante agresivo. Nunca había tenido ninguna molestia y tras la radioterapia quedó impotente y con molestias crónicas abdominales; aún así da gracias por haber ganado la batalla a la enfermedad.

El señor J. acaba de cumplir sus 70 primaveras. Su calidad de vida hasta el momento es excelente, ni siquiera toma una mísera pastilla. Desde hace unos años disfruta de su jubilación con su esposa, con la que vive. De vez en cuando visitan a sus hijos y nietos que viven lejos. Cuando llega el verano, suelen marcharse a su casa de la playa a descansar.
Hoy acude al urólogo; en una analítica de rutina en su centro de salud le habían detectado el PSA mínimamente elevado, lo que conllevó a realizarse hasta 3 biopsias de próstata para analizarla. Hoy recibe los resultados.
-No tengo buenas noticias. -Afirma el urólogo. - En las biopsias que le hemos tomado se han visto células malas. Sin embargo - prosigue- dentro de las malas, son las que consideramos las menos malas; es decir, lo que usted tiene es un tumor en la próstata de buen pronóstico.

Son tres casos distintos, con un tronco en común: los tres estaban asintomáticos cuando se les pidió el PSA. 

¿Qué es el PSA? 

Es una proteína específica de la próstata que se detecta en sangre. Pero a la vez es muy inespecífica, pues se eleva en numerosos procesos que atañen a la próstata, desde una prostatitis (inflamación de la próstata), una Hiperplasia Benigna de Próstata (agrandamiento de la próstata) hasta un cáncer de próstata.

Muñeco de peluche en forma de próstata
Próstata
Por su inespecificidad, su uso en la detección de cáncer de próstata es un tema muy controvertido. Tras la detección de niveles elevados de PSA, hay que realizar una biopsia de próstata, que consiste en colocar un transductor ecográfico por el recto y mediante una especie de pinza, tomar unas muestras. A veces esto sale negativo (no recoge células malignas) por lo que hay que volver a repetir la toma de biopsias.
Cuando sale positivo, es decir, hay células tumorales, habrá que ofrecer tratamiento curativo o paliativo, en función del tipo de paciente y el tipo de cáncer.

Hay cánceres de bajo riesgo (buen pronóstico) y de alto riesgo (agresivos). Cuando es de alto riesgo, y se opta por tratamiento curativo, esta claro que hay que decidirse por cirugía o radioterapia. Ambas opciones tienen sus riesgos (incontinencia, impotencia) que cada paciente deberá elegir, ayudado por el urólogo.
Sin embargo, cuando el cáncer es uno de bajo riesgo, se añade una nueva opción al tratamiento, que es la de esperar. Este tipo de cáncer crece de forma tan lenta que probablemente en 15 años no le de síntomas; es más, los pacientes de edad avanzada probablemente mueran por otra causa antes que por su cáncer de próstata, sin recibir ningún tratamiento.

¿Entonces? Ahí surge la gran duda.

¿Qué hacer?

El señor F. ha acudido, completamente asintomático, con una calidad de vida muy buena, a por su analítica "de revisión". El PSA ha salido normal; no hay duda, no hay que hacer nada. El señor F. puede estar tranquilo.

El señor G. aún estando asintomático había sido diagnosticado de un cáncer de alto riesgo, y también estaba claro qué hacer. Había que tratarlo, asumiendo que los riesgos del tratamiento pudiesen disminuir su calidad de vida.

Pero... El señor J., también asintomático y con una excelente calidad de vida, acaba de ser diagnosticado de un cáncer de próstata de bajo riesgo. Este tumor probablemente en los próximos 15 años no le de ninguna molestia y como ya hemos dicho, seguramente no muera por esta causa. Pero al señor J. se le ha diagnosticado de un cáncer y hay que hacer algo con él.
Elegir cirugía/radioterapia... probablemente le dejen incontinente y tenga que llevar pañales el resto de su vida. Viajará con pañales a ver a sus hijos y en verano acudir a la playa ya no será lo mismo. Puede que también quede impotente. Incluso pueden quedar molestias abdominales de forma crónica. Indudablemente, todo esto puede a su vez influir negativamente sobre su ánimo y por tanto, sobre su felicidad.
Elegir esperar, parece razonable. Pero no debe ser fácil vivir sabiendo que tienes un cáncer y que no estás haciendo nada para combatirlo. Y además, si no vas a hacer nada... ¿Para qué demonios se pidió el MALDITO PSA?.

BIBLIOGRAFÍA: http://www.fisterra.com/guias-clinicas/cancer-prostata/





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