lunes, 28 de abril de 2014

Clínico Residente

Médico general; general es todo

Durante mi corto y acelerado aprendizaje en estos últimos dos años como "clínico residente", una de las cosas que he aprendido es que hay dos tipos de Médico a los que aspirar... al buen Clínico y al Clínico rutinario.

Elegí esta especialidad (Medicina de Familia) por ser una especialidad básica, los cimientos en la reconstrucción de cualquier diagnóstico de enfermedad. Aquí el médico cuenta con sus manos, sus conocimientos, su experiencia y algún instrumento básico (véase un otoscopio, un fonendo, un tensiómetro, un pulsioxímetro, una máquina de ECG...) para hacer un primer diagnóstico. Por ello tiene que escuchar detenidamente al paciente, ordenar cronológicamente lo que cuenta, explorar minuciosamente su cuerpo enfermo y realizar nexos de unión entre todo ello. Después debe ayudarse del tiempo (esperar y ver) hasta desenmascarar el trastorno culpable, y finalmente, si es estrictamente necesario, derivar al especialista para realizar exámenes complementarios.
Si el Médico de Familia realmente lleva a cabo este procedimiento a la hora de atender a pacientes, a pesar de que fuera de la consulta los pacientes gruñan por el retraso que lleva y sus indicadores de espera no sean los adecuados, debe decirse que ES un Buen Clínico.

No obstante, he observado durante las rotaciones y las guardias que muchos de los pacientes, en esta vida acelerada e inconformista en la que nos movemos, se decantan por un Clínico Rutinario que actúa de forma sistemática. Caen en el error de pensar que aquél médico que más pruebas pide, el que más envía al especialista y el que más medicación prescribe es el que con más certeza encontrará y curará el origen de sus males, sumándose a ello la reducción en el tiempo de consulta que supone este tipo de práctica clínica.

"Esta ud. sufriendo una flecha a través de la cabeza; para estar seguros pediré una batería de exámenes"
Día tras día veo como ha ido perdiendo valor esta profesión tan instintiva y vocacional. Cuando era una estudiante de Medicina (de eso hace tan sólo 3 años), memoricé miles de apuntes y libros dónde explicaban los signos y síntomas de cada enfermedad, y los profesores nos instruían a base de tardes y tardes de prácticas cómo interpretar las quejas de los pacientes y cómo localizar las afecciones observando y tocando a la gente. Y de pronto, llega el día que me siento frente al paciente y me doy cuenta que escuchar, auscultar y palpar, aunque te proporcionen un juicio diagnóstico, al paciente no le sirve; con una prueba complementaria(que simplemente es eso, complementaria, y que probablemente no aporte más información) se queda más tranquilo. 

Me produce mucha tristeza cuando, estando yo en una rotación hospitalaria, atendemos a alguien derivado del centro de salud que dice "Mi médico me ha mandado porque se lo he tenido que pedir yo", no siendo necesaria dicha derivación. Y es que, cuando estoy en el centro de salud veo como ese tipo de pacientes, muy demandantes, fuerzan al Buen Clínico de familia (incluso a veces con demandas de por medio) a que les envíe al especialista. Entonces me doy cuenta de la cruda realidad; muchos pacientes ya no quieren un Buen Clínico; buscan a uno Rutinario que, a través de pruebas objetivas justifiquen que tengan o no tengas una enfermedad. Pero no piensan que las pruebas sin clínica carecen de sentido y que cada prueba conlleva una serie de riesgos, por no hablar de la cantidad de hallazgos incidentales que en ellas se detectan y que, a pesar de no haber clínica asociada, insta a descartar otras patologías quizás inexistentes, iniciándose así una espiral de violencia diagnóstica llena de pruebas mucho más agresivas y de dudosos resultados. 

Por todo ello y quizás por la ilusión que me otorgan estos primeros años como Clínico Residente, yo aspiro a llegar a ser Buen Clínico, y animo a todos aquellos que alguna vez sean pacientes, a que se dejen asesorar por él, ya que además de escuchar y acompañar, estudia y se actualiza a diario para trabajar bajo el principio "Primum non nocere".

...


"Yo creo que llegará el día, en que el enfermo se abandonará a las manos de los médicos. Sin preguntarle nada, estos médicos le extraerán sangre,calcularán algunas variables,multiplicarán unas por otras,curarán a este enfermo con sólo una píldora. Sin embargo, si yo caigo enfermo, me dirigiré a mi viejo médico de familia. El me mirará en el ángulo del ojo, me tomará el pulso, me palpará el vientre, me auscultará. Después toserá, prenderá su pipa, se frotará el mentón, y me sonreirá para calmar mi dolor. Desde luego yo admiro la ciencia, pero también admiro la sabiduría"

Antoine De Saint Exupery. París, Abril de 1936







lunes, 21 de abril de 2014

Dolor abdominal

Durante una guardia de 24 horas en urgencias del hospital, el dolor abdominal puede ser el motivo de consulta más frecuente. Pero...¿Todos los dolores abdominales son motivos reales de urgencia?

Niño con dolor abdominalEmpezaremos por la duración del dolor. Si es de larga evolución (más de una semana), el servicio de urgencias no es el indicado para valorarlo. Deberán consultar a su médico de familia, pues él irá observando la evolución y aplicando diferentes tratamientos, y en caso que lo requiera, él será quién mejor le indique si necesita atención especializada o valoración en urgencias hospitalarias. En urgencias sólo se le realizarán pruebas urgentes que descartan patologías que ponen su vida en riesgo en ese momento, por tanto puede no detectarse una enfermedad grave si en ese momento no es urgencia vital.
Si el dolor ha aparecido apenas hace unas horas, sin acompañarse de otra sintomatología, tómese algo de analgesia y espere. El dolor puede que ceda y no requiera más atención.
Sin embargo, si el dolor no remite y persiste más allá de 24 horas, habrá que analizar el resto de sintomatología acompañante. Si hubiese molestias al orinar, podría tratarse de una infección de orina; si hubiese diarrea y vómitos, podría tratarse de una gastroenteritis; si lleva algunos días sin hacer deposición, podría tratarse de estreñimiento; si hubiese naúseas y posibilidad de embarazo, podría estar embarazada. Aún así, todas estas afecciones pueden esperar a ser vistas por su médico de familia o un servicio de urgencias primario.

Ahora bien, si cualquier tipo de dolor abdominal, pese a la analgesia, aumenta conforme avanzan los minutos, se irradiara hacia brazo izquierdo/espalda o se acompañara de fiebre de mas de 38ºC, sudoración profusa, náuseas y vómitos incoercibles, heces con sangre, el abdomen se pone duro o aparece un bulto que no se puede volver a meter y se torna de un color violáceo, entonces estaríamos hablando de Abdomen Agudo, y debería acudir a urgencias de un hospital. 

¿Cuáles son las causas de abdomen agudo? Si dividiésemos el abdomen en 9 regiones, como en el dibujo...
Distribución por cuadrantes del abdomen
... podríamos identificar mejor la procedencia del dolor. Por lo general, hablamos de abdomen agudo en los casos de Apendicitis, localizándose el dolor en Fosa Ilíaca Derecha (Nº8); Diverticulitis, en Fosa Ilíaca Izquierda(Nº9); Colecistitis, en Hipoondrio Derecho (Nº2), Úlcera perforada, en epigastrio (Nº1).

¡GRACIAS POR HACER ENTRE TODOS UN USO RACIONAL DE LA SANIDAD!

BIBLIOGRAFIA: 
TEXTO: https://www.fisterra.com/guias-clinicas/dolor-abdominal-agudo/
IMAGEN: http://es.slideshare.net/freddyfelix18/2-anatomia-quirurgica-de-abdomen






domingo, 13 de abril de 2014

ELEGIR MEDICINA DE FAMILIA

Mir 2014

Mañana lunes 14/4/14... día muy esperado para algunos; comienza la elección de plaza MIR.

¿Cómo elegir Medicina de Familia?

En alguna entrada os he hablado del día que escogí plaza, pero también fueron importantes los días previos, mientras con la lista en la mano de los hospitales que más me gustaban y al borde de una taquicardia, iba viendo cómo otros compañeros elegían sus plazas.

El año pasado la seguí también muy de cerca; es emocionante descubrir quienes van a ser los próximos compañeros, con quienes trabajaremos codo con codo en los siguientes 3-4 años.

Para los que escojáis familia, la elección no acaba el día del ministerio. En el ministerio elegiréis un área docente, en la cuál puede haber uno o varios hospitales de los que dependan los centros de salud, que más tarde tendréis que escoger.* Es tarea difícil visitar todos los centros de salud para decantaros por uno, por lo que el primer día que empecéis a trabajar os harán una presentación de cada centro de salud y después, por orden MIR iréis eligiendo centro de salud.

En familia, más importante que el centro de salud o que el hospital del que dependa será el tutor que os corresponda. En las especialidades hospitalarias existe una figura de tutor para varios residentes; sin embargo en familia tenéis un tutor para dos residentes (generalmente residentes de años alternos), que será el que os guíe sobre las competencias que debéis desarrollar en cada rotación hospitalaria, a quién recurráis si surgen dudas o problemas en cualquier aspecto durante la residencia, y el que os supervise durante el último año puesto que se desarrolla casi por completo en el centro de salud.

Imagino que a estas alturas ya tendréis decidida la especialidad, hecho el ranking por hospitales y la lista de opciones secundarias... pero por si alguien duda todavía en escoger Familia, aquí os dejo un vídeo que ha realizado la Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria.



¡¡MUCHA SUERTE A TODOS... NOS VEMOS MUY PRONTO!!



*NOTA: Hasta 2015 la elección de Medicina de Familia en el ministerio se hacía sólo de unidad docente, sin poder seleccionar de entrada el hospital. En la elección del 2016 ya desde el ministerio se ha podido elegir el hospital deseado de la unidad docente seleccionada, quedando para más adelante tan sólo la elección de centro de salud y tutor. 

lunes, 7 de abril de 2014

¿Retrasar una muerte inevitable?



Hace días que vi este cortometraje por primera vez y francamente, quedé impresionada...¿de dónde vendrá ese afán que a veces tenemos los médicos por salvar vidas sea como sea, por retrasar la muerte, por (en resumidas cuentas) evitar lo inevitable? ¿Acaso nos gusta jugara ser Dios? ¿O lo hacemos por aplacar el terrible miedo que la mayoría de las personas tenemos a morir o a perder a alguien? ¿Realmente, como médicos o como personas, entendemos que ha llegado el Fin?

Algunas mañanas, durante el pase de planta con el adjunto, me he encontrado frente a pacientes terminales, cansados y abatidos por sus enfermedades, que sienten en sus carnes cómo se acerca el final de sus vidas y lo esperan con resignación... mientras sus familiares nos hacen preguntas, rehuyendo a la muerte, aferrándose a cualquier esperanza de vida.
Yo entonces veía clara la situación; el paciente llevaba sufriendo durante mucho tiempo y necesitaba descansar, sus familiares deberían entenderlo y cuidar de él cuanto pudiesen, asumiendo el terrible desenlace, sin intentar agobiarle con medidas que a penas le alargaran la espera unos días más.
Una de aquellas mañanas, acudimos a valorar a uno de estos pacientes. No había solución, simplemente había que extremar las medidas de confort hasta que llegara el momento.
Entonces un nudo se me hizo en el estómago; ya no veía clara la situación, ni siquiera podía creer que no pudiésemos hacer algo más por él... en ese momento empaticé con sus familiares, yo deseaba que alargásemos la espera, no entendía que debiésemos dejarle simplemente marchar.

En cualquier situación, vista desde fuera, parece estar claro lo que hay y lo que no hay que hacer. Pero la solución se vuelve confusa si la responsabilidad recae directamente sobre uno mismo. Cuando yo veía a los pacientes terminales con ganas de marcharse a casa para morir tranquilos, rodeados de sus seres queridos en intimidad, no comprendía que sus familias intentaran por todos los medios mantenerlos en el hospital. Cuando acudí con el adjunto a extremar las medidas de confort de uno de estos pacientes, la necesidad imperiosa de hacer algo más por él me invadía.

Paciente que sale de puntillas de la UCI para no llamar la atención de la muerte
Nuestros antepasados asumían mejor la muerte como etapa de la vida de lo que la asumimos la sociedad actual. Recuerdo las múltiples historias que mi abuela me contaba sobre su vida, y como con una entereza pasmosa relataba cómo eran los velatorios en los pueblos, cómo visitaban al fallecido en su casa y la naturalidad con la que era entonces asumida la muerte de sus seres queridos. Quizás se deba a los cambios socioculturales que generación tras generación se han ido aconteciendo, a la falta de redes de apoyo, a la mayor accesibilidad a los servicios sanitarios que favorecen la dependencia de la sociedad... pero está claro que actualmente nos cuesta dejar marchar al enfermo sin hacer algo más por él, sin querer entender que ese "algo" no es ya necesario.

Aunque a todos nos cueste llegada la situación, deberíamos dejar a un lado nuestra preocupación sobre lo que nosotros creemos será mejor para el enfermo, abandonar la idea de alargar mínimamente su vida y centrarnos en pensar lo que realmente necesita. Debemos aceptar que para él posiblemente la muerte sea un descanso tras el duro camino de su enfermedad y la agonía de sus últimos días. Además, no olvidemos que seguramente prefiera aguardar ese momento en un lugar íntimo, como puede ser en su casa, rodeado de sus recuerdos y arropado por sus seres queridos, más que sobre una cama de un frío hospital.

Yo creo que nuestra misión, bien seamos su médico o su familiar, es lograr la sensatez de nuestros actos. Conocer lo que está sucediendo, asumir la situación y cuando no haya solución, primar las medidas de confort y acompañarlo de la mejor forma posible hasta que llegue su momento.

Para concluir, en relación a todo lo anterior, dejo estas líneas en forma de relato que escribí no hace mucho tiempo...

TRISTE NOTICIA
Tanto visitante inesperado la iba debilitando. No podía sino sonreír agradecida, aunque lo que deseaba era poder descansar tranquila. -Si por lo menos estuviese en mi casa...-musitaba en ocasiones para sí misma y ...lloraba.
Una mañana de invierno, entre las frías paredes de una habitación de hospital, la vida de aquella anciana solitaria expiró.
En días sucesivos, todas las revistas del país se hicieron eco de la triste noticia. El brillo de aquella estrella se había apagado definitivamente. 






Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...