lunes, 24 de marzo de 2014

¿(H)urgencias?

Casi todos hemos estado alguna vez en un servicio de urgencias ya sea en calidad de paciente o de acompañante. Estando en la sala de espera, pocas son las veces que hemos visto el típico tránsito de pacientes que se debaten entre la vida y la muerte, protagonistas de toda película o serie americana de urgencias. Lo habitual (¡por suerte!) es que predomine la estampa de múltiples personas con males menores que, desesperándose por la saturación del servicio, descompensan sus patologías de base.

Para haceros una idea, el prototipo sería un abuelito con su dolor de rodilla desde hace un año, que ha ido a visitar al hijo el fin de semana y al verlo dolorido, le acercan a urgencias. Tras las 4 iniciales horas de espera el abuelito lógicamente, empieza a desesperarse. Irremediablemente le va subiendo la tensión y a la vez, comienza a tener hambre. El hijo le trae algo de la máquina(sano seguro que no es) y la glucemia pega un subidón inesperado al tiempo que por fin es llamado para atenderle. Evidentemente con la tensión por las nubes y el azúcar más allá, el dolor de rodilla pasa a un segundo plano y el abuelito pasa la noche en una dura camilla de la urgencia para vigilar tensión y glucemia.  Finalmente el abuelito se va de alta al día siguiente con su mismo dolor de rodilla, sin fin de semana para aprovechar con su hijo y además inmóvil por un dolor de espalda culpa de la camilla. Eso sí, la tensión y la glucemia, excelentes.


Esto es tan sólo un ejemplo de cómo acudir a urgencias de un hospital por un motivo no urgente puede resultar incluso perjudicial para uno mismo. Los inevitables largos tiempos de espera causados por la saturación del sistema, la iatrogenia derivada de cada consulta innecesaria, el agotamiento de los trabajadores... se podría reducir si se utilizasen los dispositivos sanitarios de forma correcta.

Hay 3 tipos de dispositivos de urgencias públicos: centro de salud, el 112 y hospitalaria.

1. El centro de salud tiene servicio de urgencias de mañana y de tarde para los usuarios incluidos en su ratio de atención(atiende el médico que ese día vea las urgencias, incluyendo las domiciliarias). Hay centros (como SUAP y SAR) abiertos 24 horas para atender todo tipo de urgencias, con valoración y derivación hospitalaria en los casos que lo requieran.

Panfleto informativo sobre el buen uso de urgenciasPara saber, en Madrid, qué tipo de centro de salud de urgencias le corresponde, pinche aquí.

2. El 112-sanitario trata de ser la asistencia más inmediata posible a las demandas telefónicas de los ciudadanos de todo el país que se encuentren en una situación de riesgo sanitario personal o colectivo.

3. El servicio de urgencias hospitalarias es un centro especializado, dotado de la más alta tecnología y se encarga de la asistencia a los pacientes urgentes y críticos que la demanden. 
No obstante, muchas veces el hospitalario no se emplea correctamente, consumiendo sus recursos en asistencia no urgente o propia de atención primaria, y actúa por tanto en detrimento de asistencias más urgentes o que requieren mayor especialización, además de sufrir por todo ello más tiempo de demora en atención.

Quizás su uso inadecuado pueda deberse al desconocimiento de la población sobre el manejo de problemas banales. A continuación reflejo unas cuantas medidas para mejorar el uso de este dispositivo tan necesario:

1. La urgencia atiende en el momento crítico de la afección. Sepa entender que hay enfermedades graves no urgentes, enfermedades no graves urgentes y enfermedades graves muy urgentes. En Las urgencias hospitalarias se atiende lo grave urgente, por tanto habrá muchas enfermedades graves que, no siendo urgentes, necesiten de otros dispositivos (consultas especializadas) para su estudio y tratamiento, así como enfermedades banales que siendo urgentes requieran el servicio de los otros dispositivos(SUAP y SAR).
Además, recuerde que sólo se realizan pruebas de urgencia, por lo que las analíticas y pruebas de imagen nos dan la información básica necesaria para descartar o sospechar sólo las enfermedades urgentes.
2. Ante un dolor, intente tomar analgésicos habituales antes de acudir al servicio de urgencias, puede que desaparezca el dolor y no precise más atención. No es una urgencia un dolor estable de más de 3 semanas de evolución; puede comentárselo a su médico de primaria que irá buscando la causa y la mejor solución
3. Recuerde que fiebre es la temperatura mayor a 38ºC(inluso siendo paciente de temperatura baja). No es preciso acudir a urgencia si eres una persona sana que ha comenzado con fiebre hace menos de 24 horas y no sabe cuál es la causa. Haga uso de los antitérmicos y tenga paciencia, la mayoría de las ocasiones son procesos víricos que curan solos en 3-4 días. Otras veces es preciso esperar esos 3-4 días para que dé la cara la afección y entonces actuar en consecuencia. Acudir antes de tiempo dará lugar a pruebas innecesarias y tratamientos contraproducentes.
4. Repetidas consultas en urgencias por un mismo motivo no suele ayudar en el diagnóstico. Es mejor que consulte con su médico de atención primaria que le conoce y puede evaluar la historia de su dolencia, derivando al hospital en caso que lo considere necesario. En urgencias su enfermedad no seguirá un orden cronológico, sino serán episodios aislados atendidos cada día por un facultativo diferente.
5. Evite las consultas a altas horas de la noche a no ser que sea imprescindible. Recuerde que el médico lleva trabajando 24 horas y la capacidad de dilucidar no es la misma que al principio de la jornada.

Sala de espera vacía

BIBLIOGRAFÍA: http://www.centrossanitarios.sanidadmadrid.org/






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